Laberinto by Rafael Bardají

Iniciamos el año del tigre con una exposición muy especial, fué inaugurada a finales de diciembre del 2021 y está teniendo una gran acogida por todos aquellos que visitan nuestro Espacio de exposiciones.

Ha sido un placer enorme trabajar en todos los procesos del montaje de esta exposición, ya que el autor, Rafa, nos ha dado libertad para diseñar la muestra y asesorarle con la impresión y colocación, que duda cabe que es un trabajo espectacular donde parece aunar dos estilos totalmente distintos pero que se complementan perfectamente.

Para un trabajo tan delicado como este, donde los matices eran tan importantes decidimos que la mejor opción para mostrar el trabajo en papel, era imprimiendo el conjunto en un Photo Rag Ultrasmooth de 310 gramos, un papel muy especial de calidad museo, que ofrece negros densos, reproducción de color natural y excelente detalle en la impresión, larga estabilidad durante muchos años de la impresión y máxima gama cromática. Tras realizar las pertinentes pruebas tuvimos claro que era la mejor de las opciones para este trabajo tan colorido.

Os presentamos a Rafael Bardají, nacido en Badajoz y alcalaíno de adopción, es miembro del Aula de Fotografía de la Universidad de Alcalá de Henares donde colabora habitualmente, a su vez ha participado en numerosos proyectos del Club de Fotografía de Alcalá, resultando ganador del concurso La Marcha Zombie 2019.

No hay mejor forma de ver y contar que a través de una cámara fotográfica, hay quien escribe, esculpe, pinta o hace un poco de todo yo me limito a la fotografía.

Rafa nos deja unas palabras donde nos detalla un poco más de quien es y cómo es su trabajo y proceso creativo:

No hay mejor forma de ver y contar que a través de una cámara fotográfica, hay quien escribe, esculpe, pinta o hace un poco de todo, yo me limito a la fotografía, a la imagen fija, ni siquiera al vídeo, desde que tuve mi primera cámara, una Kodak Brownie Fiesta R4 hasta la Nikon Z7 que uso ahora.

Lo que empezó como un pasatiempo, pronto se volvió pasión, pero tuvo que pasar bastante
tiempo antes de que dejara de ser autodidacta y me enrolara en el New York Institute of
Photography para aprender los trucos del oficio.
A día de hoy formo parte de la Asociación de Fotógrafos de América (PPA), donde se me considera un profesional. Si es que hoy en día podemos distinguir entre profesional y no profesional más allá de según en qué epígrafe se paguen los impuestos al trabajo.


Durante años me centré en la foto submarina, incluso llegando a ganar en 1990 el primer premio del Fotosub de Madrid, paradójicamente una de las pocas regiones que no tiene playa. Y, en paralelo a la evolución animal, al tiempo salí del agua para adentrarme en tierra firme.
Me apasiona la fotografía arquitectónica, aunque casi nunca movido por el realismo de
representar fielmente los edificios y construcciones que retrato, sino movido por ángulos
imposibles, perspectivas exageradas y sombras inquietantes, y digo movido porque una cosa es el ojo del fotógrafo y otra bien distinta lo que la cámara capta. Aunque es bueno quedar
insatisfechos porque esa es la mejor forma de seguir intentando mejorar.


Las fotografías de esta exposición muestran mi interés tanto por la arquitectura como por el color. Están hechas en La Muralla Roja, el sorprendente edificio de Bofill construido en Calpe a mitad de los años 70. Una gran muestra de su espíritu innovador. Hoy es difícil acceder al recinto debido al poco respeto de miles de Instagramers, invadiendo infatigablemente la intimidad de los propietarios para poder contar con un like más en sus cuentas.


El edificio merece la pena y el esfuerzo de lograr ser invitado a visitarlo, aquí muestro una
selección de dos sesiones diferentes, no me interesó tanto captar y poder enseñar la
espectacularidad del edificio en sí como la riqueza de sus numerosos detalles, el contraste de sus colores (que desafían cualquier teoría del color al uso) y la escala del laberíntico diseño original.

Formas y colores salpicados de la presencia humana que los habita. Para mí, además, representa una evocación del color de mis juegos de niñez a pie del Mediterráneo.


Mostrar es siempre mostrarse un poco, mis imágenes dicen tanto de mí como de lo representado.

Con todo, le debo mucho, casi todo, a muchos amigos fotógrafos que me han ayudado, enseñado y empujado a mejorar, empezando por Pilar, mi mujer y mi hijo Jaime con su natural ojo crítico. Posiblemente demasiados como para citarlos a todos aquí. Pero no podía dejar de mencionar a Fernando Sánchez por todos sus consejos y dosis de ánimo y a Jesús y Jose de Print & Raw por creer en mi trabajo y arriesgarse a colgarlo en sus paredes. Mi agradecimiento sincero. Tampoco quisiera dejar de mencionar a la modelo, Delaia González, quien siempre ha sabido traducir en poses mis intenciones.

Las fotos son como un embarazo, se puede llevar a la criatura dentro, oculta, durante un cierto tiempo. Pero al final tiene que ver la luz porque si no, se muere. Y la fotografía es, siempre, naturaleza viva.

Rafael Bardají

La exposición se puede visitar de Lunes a Viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y los Sábados de 10:30 a 13:30, como siempre en nuestro Showroom, en la Calle San Bernardo 10, en el centro de Alcalá de Henares.

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